Pobladores de las urbanizaciones San Diego y La Ensenada en
Pro exigieron el retiro de una planta de tratamiento de aguas residuales de Sedapal,
ubicada en la ex hacienda Chuquitanta.
Vecinos de la zona señalaron que, debido a los malos olores
que emanan estas aguas, no pueden ingerir sus alimentos y, menos aún dormir.
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