Las estaciones de Naranjal
y Matellini reciben en esas condiciones al 26% de usuarios. Pro
Transporte debe obtener la
autorización de 11 concejos distritales
Teniendo en cuenta que de las 38 estaciones que forman el Corredor
Segregado de Alta Capacidad (Cosac I), Naranjal es la de mayor demanda con
81.800 pasajeros al día.
Viajar de forma rápida y segura. Esos son los beneficios
de utilizar los buses del Metropolitano,
pero fuera de ellos la situación cambia. Además de lo caótico que es embarcarse
en el terminal Naranjal, en Independencia,
¿sabía que ese lugar no tiene certificado de Defensa
Civil?
Sin embargo, opera al margen de la ley pues, al no haber
pasado la inspección de seguridad, resulta imposible tramitar su licencia de
funcionamiento. En igual situación se encuentra la estación Matellini, en
Chorrillos, que recibe a 29.960 personas. Ambas concentran el 26% de
usuarios.
En Naranjal no hay extintores, pulsadores de
alarma contra incendios ni señalización de rutas de escape o de zonas seguras. Lo
que salta a la vista, en cambio, son las rejas metálicas y mallas naranjas que
cercan a los pasajeros, bloquean accesos y dificultan la evacuación. Matellini
tiene apenas un extintor y resulta insuficiente para un local de esas
dimensiones.
Pero
las estaciones no son las únicas que operan poniendo en riesgo a los usuarios.
Los patios Norte (Comas) y Sur (Chorrillos), donde se guardan y abastecen de
gas los buses, tampoco tienen autorización, ni del distrito ni de Defensa
Civil. Esta última bajo la administración de la Municipalidad de Lima.
El gerente de Pro
Transporte, Ítalo Fernández, afirma que corregir las fallas y
deficiencias en las estaciones ha retrasado la obtención de los certificados de
Defensa Civil.
“Levantar
las observaciones toma su tiempo. Hacemos expedientes técnicos, perfiles de
factibilidad y luego ejecutamos. Eso requiere una etapa de maduración”,
explica.
Por:
Itala Martel
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